Recuerdo de niño querer seguir tu estela, anhelar tu presencia, esperar tu aprobación...
Recuerdo de adolescente haber esperado y esperado...
De pronto, como los magos magistrales, desapareciste, desapareciste... Para reaparecer mucho, demasiado, tiempo después, cuando me había acostumbrado a tu ausencia...
Tiempo antes de la prestidigitación, un ángel, antes de volar al infinito, me pidió que cuidara de tí...
¡No fue fácil recomenzar! ¡No fue fácil olvidar!
Aprendí a obedecer a los ángeles...