Monday, July 15, 2024

Sinfonía

Imagen de Vilius Kukanauskas en Pixabay

[Esta entrada ha sido publicada en la revista Lar #2 Verano 2024, sección Melodías, p. 8, en la web el 12 de julio de 2024. Castellano / Català]

Algunas veces, la música que nos resuena dentro es mucho más que una canción. Últimamente la percibo próxima a una sinfonía. En tono menor.

Primer movimiento. Allegro energico, ma non troppo

Desde febrero de 2022 y octubre de 2023, tambores de guerra suenan cerca. Y estos no son los únicos que redoblan. Se hace difícil, por no decir imposible, recordar algún periodo histórico sin guerras. Al menos en los últimos diez mil años. Del mismo modo, hace mucho tiempo que no resulta nada sencillo encontrarles algún sentido más allá de la codicia, el odio o la intolerancia de un grupo humano contra otro. Y, particularmente desde 1914, con un grado de crudeza, crueldad, destrucción y aberración inhumanas y escalofriantes, progresivamente corregidas y aumentadas, nunca antes conocidas.

Segundo movimiento. Andante Moderato

Hay personas muy especiales en nuestra vida. Y si además compartes con ellas proyectos entusiasmantes y novedosos, el viaje se convierte en una maravillosa y placentera aventura.  Personas a quienes sientes intensamente en el corazón, en la mente, en la existencia. Tan dentro que cuando les diagnostican una extraña dolencia, con pronóstico tan incierto que casi nadie se atreve a formularlo, sientes que se te hiela la sangre. Él entra ahora en una dura batalla. Tú continúas tu día a día, sí, pero la vida se hace pesada, la mente no deja de dar vueltas y el corazón duele al latir.

Tercer movimiento. Scherzo

Una amiga cercana, con quien en la adolescencia compartiste fiestas, sueños, proyectos y viajes. Recibes una llamada. Tuvo una recaída de su enfermedad y una crisis repentina. Acaban de sedarla. Horas después, ese mismo día, no vuelve a despertar. Sensación de impotencia. Tuvo que irse y no pudimos despedirnos...

Cuarto movimiento. Finale. Allegro moderato — Allegro energico

Algunas veces, notas graves, ritmos lentos y solemnes, colores oscuros, entornos fríos y nebulosos son los que nos envuelven y ralentizan dificultando el día a día. La vida continúa y, pese a las pesadas sombras, se puede seguir deseando la paz intentando construirla; seguir deseando lo mejor para el amigo que ahora lucha, intentando estar ahí, a su lado; seguir deseando consuelo para quienes perdieron una hermana, una madre, una amiga e intentando no olvidar cómo vivir con quienes nos rodean...

 

Tema musical:

Erik Satie, Alexandre Tharaud. Gnossienne: No. 1

https://open.spotify.com/intl-es/track/4820SC1xnUaabzzYQTDkP2?si=ec3ab6eedf4d4908

 



Wednesday, June 12, 2024

Inteligencia Artificial, persona y ética

 

Imagen de Muhammad Usman Nazeer Gilani en Pixabay

 [He publicado esta entrada en el Blog de EiTB de Inteligencia Emocional el 12.06.2024. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]

Hace unos días me encontré con un artículo periodístico de José Carlos Castillo que me inquietó. El título: “Estoy en el infierno, rodeado de adictos” y otras jugarretas de la I(-nteligencia) A(-rtificial) que ‘resucita’ muertos.

 “Algunos programadores llevan tiempo entrenando a la IA para que replique personalidades; más concretamente la de aquellos seres queridos que ya no están entre nosotros, como método para aliviar el dolor de quienes siguen vivos. (...) James Vlahos, quien tras perder a su padre en 2016 a causa de un cáncer de pulmón decidió crear un 'chatbot' (...) utilizó todas las conversaciones escritas, fotografías y vídeos del difunto a su disposición, lo que le permitió mantener diálogos coherentes y realistas con su homónimo digital. Esto, asegura, le proporcionó un consuelo sin el que no hubiese sido capaz de seguir adelante.

Tan reveladora le resultó la experiencia que decidió fundar HereAfter AI, una empresa especializada en la creación de avatares virtuales.”

Javier García-Manglano, Lulu McMillan y Albert Vidal presentaron tres artículos en torno a “la inteligencia artificial emocional” hace cuatro años presentando Replika que “quiere ser lo que su nombre indica, una réplica de ti mismo, una oportunidad de hablar con ‘alguien’ que, de lo bien que te conoce, se va convirtiendo en la materialización de ese diálogo interior que te permite conocerte y entenderte mejor”.

Como estos autores también señalan, conviene no olvidar que estas aplicaciones no son otra cosa que un “producto comercial, destinado a generar negocio. Detrás de Replika (y de HereAfter AI y otras del género) hay una startup y unos emprendedores que necesitan, para atraer inversores y desarrollar su negocio, rendir beneficios en un entorno competitivo (...).  El modelo de negocio prevalente entre empresas tecnológicas es la ‘economía de la atención’”.

Creer que hablamos o interactuamos con nuestros seres queridos que ya no están o pretender conocernos mejor solamente escuchando nuestras propias reflexiones no parecen ser las más útiles para nuestro desarrollo personal, emocional e intelectual.

En estas andaba esos días, cuando la mañana del pasado 5 de junio tuvo lugar la presentación oficial del I Decálogo para el uso Ético de la Inteligencia Artificial en los medios de comunicación fruto de la reflexión iniciada hace aproximadamente un año por la diócesis de Bilbao y la Euskal Kazetarien Elkartea - Asociación Vasca de Periodistas, Colegio Vasco de Periodistas. En esta reflexión también se ha contado con las tres universidades vascas (Deusto, Mondragon y del País Vasco), así como con los medios de comunicación.

  


Imagen de Tharanga Adikari en Pixabay

Tras su lectura, reescribo brevemente y a mi modo los doce puntos del decálogo:

1.     Alinear el uso de la IA con valores humanos, derechos fundamentales y códigos deontológicos periodísticos promoviendo la autorregulación responsable.

2.     Respetar y mantener la confianza de los destinatarios de la información en quienes la emiten.

3.     Ser transparentes con la audiencia en cuanto al uso de la IA.

4.     En decisiones editoriales clave, que sean personas quienes controlen y supervisen.

5.     Extremar las medidas de ciberseguridad para quienes accedan y usen la IA.

6.     Esforzarse en proteger la privacidad de la audiencia y de los informantes.

7.     Utilizar la IA como apoyo para la mejora de la calidad informativa, siendo conscientes de sus limitaciones.

8.     Promoción de la formación continua de las/os periodistas sobre la IA, sus capacidades y riesgos.

9.     Monitorización y evaluación del impacto del uso de la IA.

10.  Apoyar la investigación y el debate independiente en torno a ese impacto.

11.  Abrir a la audiencia canales de cuestionamiento y crítica del uso de la IA y hacerlos públicos.

12.  Dada la rápida evolución de la IA y sus aplicaciones, será necesaria la revisión periódica de este decálogo.

Por la tarde, en un acto celebrado por los promotores de este documento en la Universidad de Deusto, Andrea Ciucci, secretario general de la Fundación Vaticana RenAIssance para la Ética de la Inteligencia Artificial, fue invitado a dar una conferencia. El título, Algorética, Inteligencia Artificial y una comunicación plenamente humana (Recomiendo la lectura del texto íntegro, cuyo enlace se encuentra en esta página web).

En ella informó de que desde 2016 la Pontificia Academia para la Vida, donde él desarrolla su tarea, “inició una compleja y articulada reflexión sobre el nexo entre las nuevas tecnologías y la vida humana”. La ética de la IA debe fundamentarse en principios como la transparencia, la inclusión, la responsabilidad, la imparcialidad, la trazabilidad, la seguridad y la privacidad. Principios que se enmarcan en una perspectiva antropológica y social, que abarcan el derecho, la educación y la ética. En este sentido, el Papa Francisco ha acuñado un neologismo, "algorética", para referirse a la ética de los algoritmos en contraposición al riesgo de la soberanía y prevalencia de los mismos, la "algocracia".

“La cuestión de la algorética es ante todo una cuestión de ética social, que sin duda tiene importantes implicaciones antropológicas pero que poco tienen que ver con los apocalípticos escenarios posthumanos de los que hablamos con demasiada frecuencia. Cuestiones como la recogida, posesión y custodia de datos, así como la protección de menores y personas frágiles, el aumento de las desigualdades y el riesgo de reducción de las libertades individuales, y el debilitamiento de los procesos democráticos, son sólo algunos de los temas que exigen una atención urgente y seria.”

Según sus datos, casi el 70% de la población mundial dispone de un teléfono inteligente y de conexión a Internet y es evidente que esto ha cambiado de facto de forma globalizada los vínculos sociales integrando diversas culturas y tradiciones en una única red.

El corazón del trabajo de Ciucci se centra en poner en el centro de estos avances tecnológicos a la persona, proponiendo que la IA respete principios éticos universales y que contribuya al bien común.

Hablar de ética de la IA no es hablar de máquinas, sino de las personas que las diseñan, programan sus algoritmos y las utilizan. Es hablar de una herramienta, la IA, que desarrollada y usada con principios éticos sólidos puede contribuir significativamente al bienestar de la sociedad y no solo a una parte de ella. La ética debe estar presente desde el inicio del proceso tecnológico para asegurar que las innovaciones realmente beneficien a la humanidad en su conjunto.

Una herramienta no tiene ética. La tiene quien la diseña, quien la fabrica, quien la usa. Un cuchillo es una herramienta que no se inventó para apuñalar personas...

Referencias

Bilboko Elizbarrutia – Diócesis de Bilbao (2024, 5 de junio). Presentado un decálogo para el uso ético de la Inteligencia Artificial en los medios. https://bizkeliza.org/noticia/presentado-un-decalogo-para-el-uso-etico-de-la-inteligencia-artificial-en-los-medios/

Bilboko Elizbarrutia – Diócesis de Bilbao (2024, 6 de junio). “La transformación actual es un fenómeno global, ante todo por su difusión instantánea”. https://bizkeliza.org/noticia/la-transformacion-actual-es-un-fenomeno-global-ante-todo-por-su-difusion-instantanea/

Castillo, José Carlos. (2024, 23 mayo). «Estoy en el infierno, rodeado de adictos» y otras jugarretas de la IA que 'resucita' muertos. https://www.elcorreo.com/vivir/tecnologia/infierno-rodeado-adictos-jugarretas-ia-resucita-muertos-20240520000452-ntrc.html

García-Manglano, Javier et al. (2020, 1 Jan). Tu mejor amigo… digital. Replika, lo último en inteligencia artificial emocional https://medium.com/thinktech/tu-mejor-amigo-digital-1-3-69a7add89362

García-Manglano, Javier et al. (2020, 2 Jan). Bienvenidos a la Petnología. https://medium.com/thinktech/bienvenidos-a-la-petnolog%C3%ADa-86624acd25f1 

García-Manglano, Javier et al. (2020, 3 Jan). Hiperconectados y solos. https://medium.com/thinktech/hiperconectados-y-solos-3c61f410d455

Laboratorio de Periodismo Luca de Tena (2024, 5 de junio). Decálogo para el uso Ético de la Inteligencia Artificial en los medios de comunicación.
https://laboratoriodeperiodismo.org/wp-content/uploads/2024/06/Decalogo-uso-inteligencia-artificial.pdf

Monday, April 01, 2024

Algoritmos

 

Imagen de Chen en Pixabay

[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de EiTB el 01.04.2024. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]

Matrix (1999), Ready Player One (2018), Blade Runner (1982), Yo, robot (2004), Terminator (1984), 2001: Una odisea del espacio (1968), entre otras muchas, son películas de ciencia ficción que han dado imagen, sonido y acción —y alas a la imaginación— en torno a la inteligencia artificial (IA), los cíborgs y humanoides, la realidad —virtual o aumentada—, las inquietantes distopías y las inciertas perspectivas de futuro de la humanidad tal como la conocemos.

Con la reciente puesta en escena de la IA generativa de texto, imagen, sonido y vídeo y su rápida difusión mediática, lo que parece es que se nos quiere hacer creer que toda esta innovación tecnológica ha surgido como por arte de magia, intervención esotérica, alienígena o metafísica o, incluso, evolucionando por sí misma como cualquier ser —micro o macroscópico— y acabará, autónoma e independientemente, dominando —o destruyendo— a la humanidad.

Creo que somos muchas las personas para quienes ni el arte del ilusionismo, a través de trucos, juegos y efectos disuasorios con apariencia real, ni los extraterrestres, las personas iniciadas o las divinidades, reales o ficticias, están influyendo, ni directa ni indirectamente, en esta evolución y, mucho menos, que sea ella quien lo haga por su cuenta. Como queda dicho por las fechas de las películas antes citadas, y los datos históricos de la ciencia, desde finales del siglo XIX y, sobre todo desde mediados del XX, la utilización de las máquinas para la realización de cálculos, resolución de problemas y búsqueda de mejores alternativas es un hecho.

Es ahora cuando reclama aquí su presencia el gran protagonista, del que tanto se habla, y a quien se señala como culpable de todas las presentes y futuras desgracias o se alaba como artífice de las victorias y éxitos relacionados: el algoritmo, los algoritmos.

¿Qué es un algoritmo informático? Un conjunto de instrucciones limitadas, definidas y ordenadas, cuyo objeto es la resolución de un problema, la realización de un cálculo o el desarrollo de una determinada tarea. Es decir, un algoritmo es un procedimiento ordenado paso por paso para conseguir exitosamente un fin previamente definido.

Esto me recuerda, como definición y estructura, otra cosa: una receta de cocina. Previos: se necesita aceite, una sartén, sal, espumadera, plato y un huevo —recalcular cantidades de aceite y sal según el número de huevos—. Calentar una cantidad suficiente en la sartén (algo menos de un dedo) y esperar a que coja buena temperatura sin que llegue a humear. Abrir el huevo con cuidado y deslizarlo cuidadosamente en la sartén lo más cerca posible del aceite. Dejar pasar unos tres minutos, extraer el huevo ya frito con la espumadera y ponerlo sobre el plato. Espolvorear una pequeña cantidad de sal sobre la yema y la clara.

El algoritmo de una red social recoge mis datos personales y almacena el número de veces que busco determinados datos o visito ciertos contenidos y por cuánto tiempo. Se pondrá a buscar otros similares y me los irá sirviendo poco a poco para satisfacer mis gustos o reforzar mis opiniones y posturas. Sazonará la mezcla con elementos de otras personas con gustos parecidos a los míos, para “enriquecer” mi acervo al respecto.

La receta, por sí misma, no hace nada. Si quien la escribe sustituye, por ejemplo, la sal por ricina convierte en letal una sencilla comida. El algoritmo, per se, tampoco hace nada. Todo depende de quién lo escriba. Y de para y por qué...

Como usuario, debo ser consciente de que los algoritmos han sido programados (escritos) por alguien que trabaja para una compañía, un sello comercial o una corriente ideológica, política o religiosa y que sus intereses y sesgos, camuflados tras la información —incluida en textos, imágenes, sonidos y vídeos—, podrían estar condicionándome para no contrastarlos con otras fuentes o para manipularme sutilmente y hacerme, sin apenas darme cuenta, ajustar mi conducta a sus intereses.


Tuesday, January 30, 2024

Redes Sociales. Constructoras de Fraternidad Universal.

 



[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de EiTB el 30.01.2024. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]

Me han pedido que imparta un taller sobre el uso de las Redes Sociales a un grupo de voluntarias y voluntarios del Movimiento de los Focolares (Focolares, Web oficial) provenientes de distintos puntos de España. Primero, me siento agradecido y halagado. Después, tengo un poco de pudor. No soy un experto en el tema. Como en tantas otras cosas, solamente soy un usuario habitual, quizás avanzado, y publico lo que escribo en distintas plataformas. Agradezco a quienes me invitan a expresarme en ellas y me atrevo hoy, con cierto reparo, a compartir qué tengo en cuenta cuando tengo que acometer esa labor.

Reparo, porque creo honestamente que puedo aportar en las redes lo que pienso y siento, pero como en cualquier otra experiencia de comunicación, soy consciente de que si bien habrá quienes compartan total o parcialmente mis opiniones, otras personas no pensarán lo mismo y tendrán otras tan válidas como las mías, o más, aunque pudieran ser antagónicas.

Y es en este punto en el que quisiera detenerme un momento.

Las Redes Sociales se han convertido, en cierta medida, en la plaza del pueblo. Y en las plazas de los pueblos coincidimos personas de toda clase, formación, profesión, habilidad, ideología, creencia, virtud o ausencia de alguna o de todas las antedichas. También personas bienintencionadas, las más, y otras con aviesas intenciones, no tantas, pero muy dañinas.

En la plaza real, con sus bancos, fuentes, farolillos, árboles y jardines, a una determinada hora —pueden ser varias a lo largo de la jornada— se reúne el vecindario. Encuentro a alguien con quien hablar e inicio una conversación o reacciono y respondo si quien da el primer paso es la otra persona. Casi con total seguridad será conocida —de lo contrario podrían tomarme por loco— y nuestra charla pasará desapercibida para el resto de ocupantes del espacio circundante, salvo para quienes estén a nuestro lado y no estén hablando con nadie, u otras personas, también conocidas, que podrían querer sumarse a nuestro coloquio.

El tono de éste será cordial en la medida en que el tema tratado no genere discordancias o acabará con una abrupta subida de volumen de las voces y correspondiente engrosamiento de las palabras en caso contrario. Algunos —subrayo aquí mayoritariamente el masculino—, incluso, llegado el caso, podrían evocar su vena pugilística e intentar liarse a guantazos para dirimir diferencias. Cómo acabe esta historia dependerá del grado de proximidad, relación afectiva, educación y contención de las personas implicadas.

En la nueva plaza virtual no hay diferencia en cuanto a la tipología de las personas participantes antes descrita. Sin embargo, sí en cuanto al número. Aquí son miles o cientos de miles. A esta plaza, además, puedo acceder en cualquier momento y desde cualquier sitio, con solo activar mi teléfono inteligente, mi tablet o mi ordenador. Y estas son las puertas de acceso al mundo de las redes sociales, que son “... sitios o plataformas de internet que nos permiten conectarnos con amigos y familiares, entablar nuevas relaciones de un modo virtual y compartir e interactuar con todos ellos intercambiando información, datos y contenidos en diferentes formatos (texto, audio, fotografía, vídeo). También creamos comunidades sobre intereses comunes: trabajo, tiempo libre, lecturas, juegos, amistad, aficiones, relaciones amorosas, relaciones comerciales, etc.” (Duque, 2018).

Pero en estas interacciones entra en juego algo que pasa absolutamente desapercibido, y que toma buena nota de todo, DE TODO. Al conectarme a internet, a través de cada red social que utilizo “... estoy transmitiendo sin apenas darme cuenta quién soy, dónde vivo, dónde estudio o trabajo, dónde estoy, con quién, cómo voy, qué me gusta y qué no, a qué hora y qué leo, cuándo duermo, quiénes son mis amigos y familiares, cuál es mi orientación sexual, religiosa, política…” (Duque 2018).

Esta información que se recoge y almacena cuidadosamente en una gigantesca base de datos (Big Data) que será analizada, ordenada y clasificada para ser utilizada convenientemente para ofrecerme lo que decida que se ajusta a mi perfil y beneficie a las empresas que patrocinan la red social correspondiente. En pocas palabras, para controlarme y manipularme contando con mi consentimiento. “Juntos, libre y voluntariamente, estamos haciendo realidad parte de la distopía del 1984 de George Orwel: Big brother is watching you! (¡El Gran Hermano te vigila!). E insisto: diaria, libre y voluntariamente, sin preocuparnos lo más mínimo” (Duque, 2021).

 

Foto de Gerd Altmann en Pixabay

Por otra parte, ¿cuántas veces nos habremos encontrado con noticias, imágenes, comentarios, vídeos, audios o textos que nos han hecho experimentar sentimientos de ansiedad, odio, hostilidad, discordia, división? Muy probablemente gran parte de ellas, si no todas, serían noticias falsas (fake news), ya que esos son los efectos que provocan.

¿Cuántas nos hemos resistido a reaccionar del mismo modo y volcarlo en las redes?

Teniendo todo esto en cuenta, que puede asustar un poco, ¿qué podemos hacer?

En 1997, en su Lección con motivo de la concesión del doctorado honoris causa en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Católica St. John, Bangkok, hablando del uso de los medios de comunicación de ese momento por parte del Movimiento de los Focolares por ella fundado, Chiara Lubich decía:

... Es verdad que actualmente se los critica por el mal, la violencia, el erotismo, etc., que transmiten. Por eso, dado el mal uso que se suele hacer de ellos, nos podemos preguntar si nos alineamos con los que los maldicen, o bien con los que los exaltan.

Nosotros queremos estar entre los que quieren hacer buen uso de ellos e invitan a los demás a hacer lo mismo (...) Precisamente ahora, cuando se requiere un mundo más unido y se reclama la fraternidad universal, ahora es cuando la humanidad dispone de estos potentes medios de comunicación (...) Espero que, gracias a él (el doctorado honoris causa) muchos adquieran mayor conciencia de lo que pueden llegar a ser en nuestras manos estos dones de la técnica moderna. (Clariá, Dal Rì, 2000:514).

Como vemos, las redes sociales pueden contribuir tanto a la construcción de un mundo mejor como a entorpecer este proceso. Si nuestra apuesta es la primera, esforcémonos por conocerlas bien y utilizarlas adecuadamente, cuidando qué y cómo dejamos nuestra huella en ellas.

Tengo en mi mesa un pequeño cartel en inglés que me recuerda una clave que me ayuda a ello: antes de hablar —o de escribir, de compartir por las redes...—: PIENSA (Before you speak: THINK), transformando el verbo pensar en inglés (think) en un acrónimo:

 

T - Is it true? (¿Es cierto?)

H - Is ti helpful? (¿Es útil?)

I - Is it inspiring? (¿Es motivador?)

N - Is it necessary? (¿Es necesario?)

K - Is it kind? (¿Es amable?)

 

Referencias

Clariá, Carlos y Dal Rì, Claretta (2000). Unidad y medios de comunicación. En Como un arco iris. Madrid: Ciudad Nueva, 509-596.

Duque, Juan Carlos (2018, 11 de mayo). Redes sociales: emociones a flor de piel. Recuperado de https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2018/05/11/redes-sociales-emociones-a-flor-de-piel/

Duque, Juan Carlos (2021, 16 de febrero) El dilema de la mensajería digital. Recuperado de https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2021/02/16/el-dilema-de-la-mensajeria-digital/

Duque, Juan Carlos (2022, 17 de mayo). No a la inversa. Recuperado de https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2022/05/17/no-a-la-inversa/

Duque, Juan Carlos (2022, 15 de julio). Erótica de la negatividad. Recuperado de https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2022/07/15/erotica-de-la-negativdad/

Focolares, Movimiento de los (Web oficial). Voluntarios. Recuperado de https://www.focolare.org/espana/es/focolares/scelte-e-impegno/volontari/

Friday, December 15, 2023

Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco vivir


 [He publicado esta entrevista en la revista digital Deusto Alumni Time el 15.12.2023]

Nos inspiramos en los versos de Mahmud Darwish para titular esta entrevista con Hithem Abdulhaleem Lubbadeh, doctor en Psicología por la Universidad de Deusto.

Solidarizadas/os con tu pueblo, ¿cómo vive esta tragedia —crónica de una espeluznante aberración anunciada— el pueblo palestino lejos de su tierra?

Hablo diariamente con mi familia y con mis amigos palestinos sobre esta situación tan apocalíptica que estamos atravesando como pueblo. Hablamos para compartir información y los pareceres que manejamos, pero también para buscar consuelo, conexión y aliento. En todas las conversaciones se deja entrever un torbellino de emociones, de tristeza, angustia, incertidumbre y rabia. Creo que el sentimiento que más notoriamente resuena es el horror y la indefensión, alimentados por una injusticia sistémica y el silencio ensordecedor de la comunidad internacional.

Las imágenes que nos llegan desde Gaza retratan una de las peores calamidades vividas en las últimas décadas. Más de 20 mil víctimas civiles palestinas, entre ellas más de 10 mil niñas y niños, además de 50 mil personas heridas y mutiladas, pintando todo ello una escena sombría de la magnitud del sufrimiento. Casi dos millones de gazatíes (el 80% de la población total) se vieron obligados a desplazarse y a dirigirse a la zona sur de la franja, en busca de un refugio seguro que no existe, ya que los ataques israelíes se han extendido hasta allí también. Ahora se encuentran hacinados en grandes campos de concentración, sin agua y sin recursos básicos, anunciando una espantosa crisis humanitaria. 

El aluvión de bombas israelíes cae sin cesar de forma indiscriminada y feroz, causando víctimas entre el personal sanitario, los periodistas y los trabajadores humanitarios de la ONU. Hasta los bebés prematuros en las incubadoras no se han salvado. El nivel de asolación y devastación es inimaginable: todas las zonas urbanas, infraestructuras y hospitales reducidos a escombros; ambulancias, escuelas, mezquitas e iglesias de gran valor arquitectónico e histórico convertidos en cenizas.

Ante esta tesitura desgarradora, se han estancado nuestras vidas. Se está gestando un nuevo trauma en nuestra memoria colectiva, que se añade a otros tantos que llevamos acumulando desde 1948. La particularidad de esta situación es que el pueblo palestino parece estar atrapado en un ciclo interminable de crisis. La diferencia entre aquellos que han sufrido un estrés postráumatico y los palestinos, es que estos últimos apenas tienen tiempo para asomarse a la fase post-traumática, para la sanación y la reconstrucción, sino que se hallan inmersos en una sucesión constante de experiencias extremas. Es una crónica penosa que va a dejar una profunda herida no solo en nuestra alma, sino también en la conciencia de la comunidad internacional.

Los habitantes de Palestina no son exclusivamente musulmanes. Aunque mayoritarios, también hay mujeres y hombres que profesan el cristianismo, el judaísmo, otras religiones y, también, personas con creencias no religiosas. Otro tanto sucede en el lado israelí. También, salvo extremistas radicales, existen muchos espacios de convivencia y diálogo interreligioso, incluso familias fruto de matrimonios mixtos. Si la inmensa mayoría de la población puede convivir en paz, ¿qué consideras que dirige los discursos del odio por ambas partes del conflicto?

Efectivamente, Palestina es un crisol de identidades. Tenemos muchos ejemplos de paz y de unidad entre los diferentes componentes culturales que configuran la identidad palestina, especialmente entre musulmanes y cristianos. Podemos presumir de un modelo de convivencia exitoso, que también está abierto a la población judía, pero que lamentablemente se ha visto diezmado tras la creación del estado israelí en 1948.

El discurso político y cultural de los palestinos es meramente anticolonialista. Defiende su derecho a la libertad y a la autodeterminación, enfocándose en la justicia y la resistencia legítima, sin enredarse en las miradas despectivas hacia ninguna comunidad en particular. Los discursos intolerantes de grupos como el ISIS, por ejemplo, no tienen cabida en la sociedad palestina. De hecho, hubo un intento de infiltración dentro de Gaza y Cisjordania, pero fue abortado y encontró una respuesta de rechazo muy firme y unánime a nivel político y social.

Las raíces del conflicto en Oriente Próximo residen en dos hechos principales, que son el telón de fondo que nutre el discurso del odio. Por una parte, está la ocupación israelí del territorio palestino y, por otra, la tradición cultural y religiosa que da soporte ideológico a esta ocupación. A mi entender, este puede considerarse como una causa estructural que orienta el conflicto y que no hace más que perpetuarlo.

Se sabe que la narrativa israelí se basa mayoritariamente en pretextos teológicos y en un nacionalismo extremadamente radical, parafraseando al ex decano de la facultad de teología de la Universidad de Deusto, Rafael Aguirre.

A lo largo de los años, se ha articulado una mentalidad sionista arraigada en la idea de la exclusividad territorial y obcecada en erigir murallas que separan a las diferentes poblaciones. No quiero ser pesimista, pero los que ostentan esta visión aún no están preparados para visualizar al palestino como identidad soberana o como un sujeto legítimo que tiene derecho a la existencia en su tierra.

Muchas voces israelíes críticas con Netanyahu y su Gobierno llevan años denunciando el galopante deterioro social en Israel tras el asesinato de Isaac Rabin en 1995 a manos de un extremista judío —Yigal Amir— contrario a la paz refrendada entre Palestina e Israel (Acuerdos de Oslo, 13/09/1993, entre Israel —Rabin— y la OLP —Arafat—). Desde entonces, se ha producido un debilitamiento tanto de los moderados palestinos como de los israelíes y un fortalecimiento de los fanatismos en ambos lados, haciendo que la narrativa política se haya mantenido inamovible. ¿Crees que será posible algún día encontrar interlocutores de talla que trabajen con un real deseo de construir la paz en Tierra Santa?

Es cierto, como reconocimiento a sus esfuerzos por el diálogo, a Rabin y a Arafat se les otorgó el Premio Nobel de la Paz y el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. El primero fue asesinado por un extremista judío y el segundo vivió la última etapa de su vida cercado y confinado en su residencia de Ramallah, bajo arresto domiciliario decretado por Ariel Sharón, ex jefe del gobierno israelí.

Creo que tiene que haber otros interlocutores de renombre capaces de sentarse en la mesa de las negociaciones y buscar una paz justa y duradera en Tierra Santa, si bien en estos momentos de tempestad me resulta difícil poder visualizarlos. 

La sociedad palestina en general y sus representantes en particular (políticos, académicos, escritores, poetas, etc.) han demostrado que, a pesar de la adversidad que afrontan, tienen un compromiso notable a favor de la paz y del diálogo. De hecho, tras los Acuerdos de Oslo de 1993, Palestina reconoció el estado israelí, pero este último no lo ha hecho. Los palestinos sostienen que su lucha por la libertad debe llevarse a cabo con el fin de suprimir la conculcación de los derechos humanos y crear un estado independiente, no como una expresión de animadversión hacia el judaísmo como religión.

Hay voces disidentes que emergen cada vez más dentro de la comunidad judía, que cuestionan el estado israelí y su política de segregación racial. Desafortunadamente estas figuras no ostentan gran poder político, pero son activistas, periodistas e intelectuales respetables y nada desdeñables.

El papel de la comunidad internacional y la sociedad civil es crucial en este sentido. Su intervención y acción pueden desempeñar un papel significativo y poner fin a la espiral de violencia. El desafío radica en nuestra capacidad de desmantelar las estructuras y las visiones que sostienen la ocupación y el conflicto. Creo que este es el objetivo que tenemos que alcanzar en estos momentos.

Se suele hablar de la solución basada en “dos estados” como fórmula única para la paz en la zona. No puedo evitar expresar mis dudas al respecto. La mentalidad sionista que está en el poder, de la que hablé anteriormente, no puede contemplar ni concebir esta fórmula, dado que choca diametralmente con su visión exclusivista y colonialista. Creo que la alternativa más adecuada sería, me atrevo a decir, un estado único palestino, soberano, democrático, pluricultural y de derecho, en el que se garantiza la libertad de culto y se respetan los vínculos históricos y espirituales que tienen todas las comunidades con esta tierra, la comunidad judía inclusive. Un estado que asegura la estabilidad regional y mantenga una relación de cooperación y de diálogo sincero y productivo con Europa. Esta es una propuesta audaz, pero creo que es digna de ser tomada en consideración.

Demasiados intereses —mayoritariamente económicos y geoestratégicos— mueven los hilos de los conflictos armados. Palestina no es una excepción. Se maquillan con tintes histórico-religiosos y envuelven a las poblaciones afectadas en complicadas telarañas afectivas, identitarias y espirituales. ¿Cómo podemos identificar, denunciar y protegernos de estas manipulaciones?

Vivimos en una época de mucha incertidumbre, de crisis a gran escala, de confusión identitaria, de discriminaciones, etc. Todo ello aumenta nuestra vulnerabilidad ante los discursos exacerbados y propagandísticos. De hecho, estamos siendo sometidos y sometidas a una campaña hostil de desinformación, que requiere fortalecer nuestra capacidad de discernimiento y diversificar nuestras fuentes.

Creo que las estrategias de identificar las manipulaciones y de protegernos de ellas consisten en dos elementos cruciales: primero tenemos que desarrollar un conocimiento específico sobre el contexto histórico en el que surgen los conflictos, como el palestino-israelí. Segundo, desarrollar el pensamiento crítico. Es esencial verificar y revisar constantemente la credibilidad de las fuentes que consumimos. La credibilidad para mí consiste demostrar coherencia entre lo que uno dice y lo que realmente hace. Todo ello nos ayudará para enriquecer nuestras perspectivas y no caer en las interpretaciones sesgadas.

¿Qué recomendarías a las y los Alumni de la Universidad de Deusto para acercarse de forma crítica a estas situaciones incomprensibles y tratar de contribuir a la consecución de la defensa de los derechos humanos, la promoción de la justicia y el diálogo cultural e interreligioso?

Lo que está aconteciendo en Gaza pone a prueba nuestra capacidad colectiva de defender los ideales y los valores en los que creemos. La inacción y la pasividad ante este drama pone en riesgo todo el sistema de principios éticos que hemos elaborado como sociedad. Es un imperativo ético convertir nuestros discursos sobre los derechos humanos en hechos concretos. En caso contrario, todo será una retórica hueca.

Gracias Hithem por compartir tus reflexiones con Deusto Alumni Time. Para terminar, deseando que la paz se consiga cuanto antes, ¿algo que quieras añadir?

Quería agradecer a Deusto Alumni Time, a sus gestoras y gestores, por dar voz y espacio a nuestros puntos de vista.

Desear Felices Fiestas Navideñas a todas y todos. Esperemos que las próximas se celebren en Belén y Gaza en paz, justicia y fraternidad.


Fotografías: Archivo personal de Hithem Abdulhaleem, y encabezado, extraída de poesiaarabe.com

Monday, November 06, 2023

La importancia de escuchar todas las voces

Imagen de Tumisu en Pixabay

Desde el 7 de octubre en Palestina ha vuelto a tomar la palabra la guerra y sus instigadores y secuaces (de todos los bandos) filtran lo que les interesa y silencian lo que no.

Hoy quiero compartir aquí el artículo publicado en EL CORREO el 4 de noviembre, por Hithem Abdulhaleem, amigo desde hace veintiocho años, de origen palestino-jordano, musulmán, doctor en psicología por la Universidad de Deusto, articulista de opinión de El Correo y residente en Bilbao.

En él, el autor subraya que ante esta dantesca tesitura y las imágenes tan apocalípticas que nos llegan desde Gaza, resulta urgente e imprescindible hacer una reflexión sobre las causas estructurales que han originado el conflicto palestino israelí, y que siguen alimentándolo hasta la actualidad.



Thursday, October 26, 2023

Al aire libre con vistas al mar

 

Imagen de hosny salah en Pixabay

[He publicado esta entrada en el blog de Inteligencia Emocional de EiTB el 25.10.2023. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]

Al noroeste, 50 km de costa mediterránea con uso acotado a 6 millas náuticas (unos 11 km) y fuertemente vigilada por la armada vecina. Desde diciembre de 2021, además de las preexistentes vallas, alambradas y torres de vigilancia, el resto del territorio queda delimitado por 65 km de un muro de hormigón, hierro y acero que recorre por completo el perímetro de una franja de tierra de 41 kilómetros de largo y entre 6 y 12 de ancho, con una superficie de 365 km², y una población que no llega a los dos millones y medio de habitantes. Cada placa del muro tiene una altura de 26 metros. Veinte enterrados para prevenir incursiones subterráneas, y seis sobre el suelo, para evitar saltos, y que además cuenta con sensores de movimiento, cámaras, radares y armas accionadas por control remoto. Junto a todo este control perimétrico, desde 2007 se ha impuesto un férreo bloqueo en los suministros de electricidad, gas, agua, alimentos, medicinas y combustible que desde el 7 de octubre han quedado cerrados completamenteEl perímetro amurallado, además de adentrarse en el mar 400 m tanto en el borde sur como el norte, cuenta con ocho pasos fronterizos, todos bajo el mismo control: siete con Israel, de los que sólo dos están operativos, ahora cerrados, y uno con Egipto, el único que se ha abierto para dejar pasar una mínima parte de la ayuda humanitaria necesaria para la población gazatí. Estos pasos son las únicas vías (terrestres) de entrada y salida del territorio.

El aeropuerto internacional inaugurado en 1998 fue bombardeado en 2001 y, por si alguien pensaba que quedaba algo que pudiera usarse, recibió una segunda lluvia de misiles en 2012.

Hablamos de la Franja de Gaza. Una auténtica cárcel al aire libre con vistas al mar.

Imagen de 2427999 en Pixabay

El pasado 7 de octubre, desde ella, grupos armados de Hamás, con el lanzamiento de cohetes y el despliegue de combatientes, atacaron por sorpresa varios enclaves del sur de Israel asesinando deliberadamente a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, hiriendo a unas 3.300 y llevándose a más de 200 rehenes civiles y prisioneros militares.

A este acto, Israel respondió declarando la guerra a los militantes de Hamás el día 8, autorizando “acciones militares significativas” contra ellos. Desde entonces, a consecuencia de los bombardeos israelíes, según algunas fuentes, hasta hoy han fallecido más de cinco mil personas, de las que el 40% son niñas y niños, el 22% mujeres y personas ancianas y más de 15.000 han resultado heridas.

Mientras las tropas israelíes se preparan para una inminente incursión por tierra por el norte de la Franja, un millón de personas gazatíes desplazadas, huyendo hacia el sur, se enfrentan a una dificilísima situación de supervivencia.

Hago mías, una vez más, las palabras del pasado 8 de octubre de Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares, nacida en Haifa, Israel, en el seno de una familia árabe-palestina y católica:

“No hay palabras para expresar el infinito dolor que siento en el corazón por las poblaciones de Israel y Palestina; por los muertos, los heridos, los rehenes, los desaparecidos y sus familias, que el último y gravísimo estallido de violencia ha causado en mi tierra

Con profunda fe, junto a todo el Movimiento de los Focolares, me uno al llamamiento del Papa Francisco, al del Patriarcado Latino de Jerusalén, a las palabras de paz de los líderes de las distintas Iglesias cristianas y de los líderes de las Religiones –en particular de la región israelí-palestina–  para pedir que se detengan las armas y que se comprenda que, como ha dicho el Papa Francisco en el Ángelus de hoy, «el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino que toda guerra es una derrota…».

En la oración al Dios de la Paz y la Justicia, me uno también a aquellos que en todo el mundo ofrecen oraciones, sufrimientos y acciones, para que la paz triunfe sobre el odio y el terror. Mi especial agradecimiento a quienes me han escrito desde lugares de conflicto, como Ucrania, expresando su ofrecimiento y cercanía a pesar de la trágica situación en la que viven desde hace más de un año.

Esforcémonos por construir un mundo fraterno y hagamos todo lo posible para que estos pueblos y todos los que se encuentran en las mismas situaciones de inestabilidad y violencia encuentren el camino del respeto a los derechos humanos, donde la justicia, el diálogo y la reconciliación son las herramientas indispensables para construir la paz”.

There must be another way / Tiene que haber otro camino

https://www.facebook.com/AchinoamNini/posts/pfbid0do6kkaTzY9exdYkBWNtBqWaUPcv77bZwwo9nA6gyUREfkKoupyGymKyUHPWnp9g8l?mibextid=zDhOQc

Noa

En 2009, mi bella hermana Mira Awad y yo representamos a Israel en el festival de Eurovisión. Hicimos historia. Nunca antes Israel había estado representada por una judía israelí y una palestina israelí.  Nunca antes se había cantado en árabe en Eurovisión, y mucho menos junto al hebreo.

Escribí la canción en inglés con la colaboración de Gil Dor, que también la tradujo al hebreo, y Mira añadió la letra en árabe, y nos embarcamos en este fascinante viaje.

Esta canción sigue siendo dolorosamente relevante, hoy más que nunca. De hecho, apenas puedo cantarla o incluso PENSAR en ella sin llorar.

El nuevo, bello y conmovedor arreglo, que transforma la canción en una balada, fue realizado hábilmente por el corazón de Gil ♥️.

Os la regalamos a todos, para que la escuchéis, para que la grabéis en vuestros corazones como hicimos, y hacemos, cada día, en los nuestros.

"Cuando lloro, lloro por las dos.
Tiene que haber otro camino"


There Must Be Another Way

There must be another

Must be another way

 

Your eyes, sister

Say all that my heart desires

So far, we’ve gone

A long way, a very difficult way, hand in hand

 

And the tears fall, pour in vain

A pain with no name

We wait

Only for the next day to come

 

 There must be another way

There must be another way

 

Your eyes say

A day will come and all fear will disappear

In your eyes a determination

That there is a possibility

To carry on the way

As long as it may take

 

For there is no single address for sorrow

I call out to the plains

To the stubborn heavens

 

There must be another way

There must be another way

There must be another

Must be another way

 

We will go a long way

A very difficult way

Together to the light

Your eyes say

All fear will disappear

 

 

And when I cry, I cry for both of us

My pain has no name

And when I cry, I cry

To the merciless sky and say

There must be another way


And the tears fall, pour in vain

A pain with no name

We wait

Only for the day to come

 

There must be another way

There must be another way

There must be another

Must be another way

Debe haber otro camino

Debe haber otra

Debe haber otro camino

 

Tus ojos, hermana

Dicen todo lo que mi corazón desea

Hasta ahora, hemos ido

Un largo camino, un camino muy difícil, de la mano

 

Y las lágrimas caen, se derraman en vano

Un dolor sin nombre

Esperamos

Sólo a que llegue el día siguiente


Debe haber otro camino

Debe haber otro camino

 

Tus ojos dicen

Un día llegará y todo el miedo desaparecerá

En tus ojos una determinación

Que hay una posibilidad

De seguir el camino

Todo el tiempo que sea necesario

 

Porque no hay una sola dirección para el dolor

Llamo a las llanuras

A los cielos obstinados

 

Debe haber otro camino

Debe haber otro camino

Debe haber otro

Debe haber otro camino

 

Recorreremos un largo camino

Un camino muy difícil

Juntos hacia la luz

Tus ojos dicen

Todo el miedo desaparecerá

 

Y cuando lloro, lloro por los dos

Mi dolor no tiene nombre

Y cuando lloro, lloro

Al cielo despiadado y digo

Debe haber otro camino

 

Y las lágrimas caen, se derraman en vano

Un dolor sin nombre

Esperamos

Sólo a que llegue el día

 

Debe haber otro camino

Debe haber otro camino

Debe haber otra

Debe haber otro camino


Referencias

Karram, Margaret (2023, 8 de octubre). Redescubrir el camino del respeto de los derechos humanos a través del diálogo y la reconciliación. Recuperado de https://www.focolare.org/es/2023/10/08/italiano-margaret-karram-ritrovare-la-strada-del-rispetto-dei-diritti-umani-attraverso-dialogo-e-riconciliazione/

Pita, Antonio (2023, 16 de octubre). Gaza, con un millón de desplazados, se enfrenta a un desastre humano. Recuperado de https://elpais.com/internacional/2023-10-16/gaza-con-un-millon-de-desplazados-se-enfrenta-a-un-desastre-humanitario.html