Friday, March 16, 2018

¿De quién depende?

[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb el 16.03.2018. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]


Fragmento del poema atribuido a Walt Whitman "Carpe diem. Seize the day!".
Seguir leyendo (más que recomendado) en el blog de Álex Rovira, Do not let, No te detengas.


Hace un tiempo me regalaron una cajita de cartón, blanca, del tamaño de un porta tarjetas. En  el lateral que hace de tapa reza: si va a ser, depende de mí. Al abrirla, movido por la curiosidad que siempre provoca tener entre las manos algo desconocido, cerrado pero que permite ser abierto sin forzarlo, me encuentro con otra máxima: las palabras son poderosas; pueden destruir y lastimar, así como instruir y alentar.

Sobre el poder de las palabras se ha escrito mucho y desde múltiples y variadas perspectivas: Noam Chomsky, Edgar Allan Poe, Vicente Huidobro, Terry Mahony, Dwight Wright, Winston Chrurchill, James Asante,… y tantas y tantos otros.

El Zorro le advierte al Principito sobre los riesgos del lenguaje: Je te regarderai du coin de l'oeil et tu ne diras rien. Le langage est source de malentendus. [(Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos). Le Petit Prince, Capítulo XXI. Antoine de Saint-Exupéry].

Sin embargo, aprendemos a comunicarnos con palabras, primero escuchando y hablando y, más tarde, escribiendo y leyendo. Pero ¿nos han enseñado a reflexionar sobre qué nos dicen – o quieren transmitirnos - las palabras? ¿Nos han enseñado a reflejar con palabras lo que llevamos dentro? ¿Nos han enseñado a cuidar qué y cómo decimos lo que decimos? ¿Nos han enseñado a escuchar a quien nos habla? ¿Aprendemos a escucharnos dentro, muy dentro, a nosotros mismos?

En el interior, a modo de baraja, veinte tarjetas en cuyos anversos encuentro otros tantos lemas. Y en los respectivos reversos, entre cuatro y seis cortas reflexiones relacionadas con cada uno: Bendiciones; Perdón; Gracias; Te amo; Compasión; Escucha; ¿qué es lo que sí quieres?; Creer para ver; Creer es crear; Yo soy feliz; Sonríe; Recuerda y ríe; Regala abrazos; Despierta; Vive; Mi mundo es pacífico; Dar es recibir; Ánimo; Cambiando yo, cambia mi mundo; Todos somos uno. (Ver presentación del tarjetero).

He reordenado intencionadamente las tarjetas. En la India, el saludo habitual es Namaste!: “Te saludo” o “te reverencio”, “lo divino dentro de mí saluda a lo divino dentro de ti”, “el Espíritu dentro de mí honra y respeta al tuyo” o “la mejor parte de mí le desea lo mejor a lo más profundo de la tuya”. Por tanto, te bendigo en el sentido literal del término. Cuando me encuentro contigo, mi auténtico ser le desea lo mejor a tu auténtico ser…

El mantra de la meditación hawaiana Ho'oponopono (Arantza Echaniz Barrondo) invoca reiteradamente cuatro de estos lemas: lo siento, perdóname, gracias, te amo… Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, inicia así su oración de Acción de Gracias: Jesús, Te adoro, Te amo, Te doy gracias, Te pido perdón, te pido Gracias… Y, cual si fuera un mantra, lo reitera al iniciar cada una de sus peticiones posteriores: para su organización, la iglesia, otras iglesias cristianas, otros credos, no creyentes y toda la humanidad.

El catálogo de palabras me estimula a combinarlas en un único párrafo:

Bendiciones, amiga, amigo. Perdón por olvidar que eres parte de mí. Gracias por seguir esperando, por estar ahí. Te amo y deseo que por compasión, por empatía recíproca, podamos amarnos, podamos crecer juntos. Escucha, ¿qué es lo que sí quieres? Podemos creer para ver, creer que es posible, creer que podemos, creer que no estamos solos. Creer es crear, crear para ver que era posible, que podíamos, que no estábamos solos. ¡Yo soy feliz!, no porque todo vaya bien, sino porque no necesito de nada ni de nadie para serlo. Dicen de Buda que decía que el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Sonríe, recuerda y ríe, hay tantas cosas que nos han hecho reír a lo largo de nuestras vidas que merece la pena rememorarlas de tanto en tanto. Regala abrazos, no cuestan nada y dan mucho a cambio. ¡Despierta, vive! Mi mundo es pacífico, dar es recibir, solamente si tengo paz puedo darla. ¡Ánimo, cambiando yo, cambia mi mundo! No podemos olvidar que todos somos uno.

Hoy he intentado sin éxito acceder a su página web. En su cuenta de Facebook, en el apartado de información, encuentro:

Misión: Empecemos a crear el mundo que nos merecemos. Empecemos a crear conciencia.

Es evidente que el mundo está pasando por un momento de grandes cambios, en algunos países más que otros. También creo que es un proceso el cual requiere pasar para que la gente se acerque los unos a los otros. Con este proyecto la intención no es interrumpir el proceso natural por el cual tenemos que pasar, sino el cómo elegimos que pase.

Historia: Un proyecto (que comenzó el 29 de marzo de 2010 en Monterrey, México) hecho con el corazón y una intención pura de amor. La visión de este proyecto es llegar a la mayor cantidad de seres humanos. Es crear unión en nuestra familia, sociedad y el mundo. Generar la conciencia de “todos somos uno”. En el cual por medio de un regalo inesperado acercarnos y entrar en contacto con el otro, brindar alegría, amor, paz y recordar todo aquello que ya sabemos. A vivir en el presente sin cargar con el pasado, mas aprender de él.

Guardo este pequeño tesoro en la mesa de la oficina donde trabajo. Cada mañana, nada más llegar, extraigo una tarjeta, leo sus mensajes en poco menos de un minuto y paro un momento para reflexionar. Sustituyo la del día anterior con la que acabo de leer y la introduzco en un identificador de plástico, rescatado de algún evento en el que participé en el pasado, y la cuelgo de un pequeño porta lápices, recuerdo de Costa Rica,  sobre mi mesa con el anverso hacia afuera.

La última entrada del Facebook se remonta al 11 de mayo de 2016. Esta interrupción – que desearía fuera momentánea – me hace reflexionar una vez más: ¿Será que si va a ser, ahora depende de mí?



Michael Jackson
Man in the Mirror (Siedah Garrett / Glen Ballard; © Universal Music Publishing Group)

Man in the Mirror
(…)
I'm starting with the man in the mirror
I'm asking him to change his ways
And no message could have been any clearer
If you want to make the world a better place
Take a look at yourself, and then make a change
(…)
Take a look at yourself and then make that Change!


Hombre en el Espejo
(…)
Empiezo con el hombre en el espejo
Le pido que cambie su forma de ser
Y ningún mensaje podría ser más claro
Si quieres hacer del mundo un lugar mejor
Mírate y haz un cambio
(…)
¡Mírate y haz ese Cambio!