Foto: Prophecy, Spirit and the Dreamtime: The Last Frontier by Jay Weidner |
[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia
Emocional de Eitb el 22.03.2019. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]
Debo
reconocer que hay cosas que atraen mi atención como si de un imán se tratase:
la filosofía, el arte, la telogía, los movimientos sociales… No puedo evitarlo.
En el último año de forma especial. Y mis lecturas, observaciones y reflexiones
me evocan una y otra vez un mismo concepto: las profecías.
La profecía, u oráculo, ha estado
siempre vinculada a lo sobrenatural, a la inspiración divina, permitiendo a
quienes la manifiestan – los oráculos o profetas - predecir o conocer el
futuro, aunque, por extensión hoy se aplica también al juicio o conjetura que se forma de algo por las señales que se observan en ello.
Esto es, inferencia o deducción basada en la observación lógica.
No
sé cuánto de inspiración divina u observación, de ambas a partes iguales o de
cada una por separado, caracterizaría a las personas a las que me referiré hoy
aquí.
Los imaginarios colectivos, sus mitos y
símbolos, fuertemente arraigados en el subconsciente de la población, condicionan
y distorsionan la percepción de la realidad. Igualmente - y en esto cuanto más
tiempo se hayan mantenido vigentes peor -,
sus interpretaciones y derivadas por parte de expertos, estudiosos, intérpretes de la verdad, etc.
consolidarán aquellos mitos o símbolos definidos, deformados, adaptados o acondicionados. De este modo, de forma
inconsciente, consideraremos como normal
lo que para otras sociedades o culturas resulte chocante o inaceptable y, por el contrario, rechazaremos por
principio todo lo que de ellas no se ajuste a nuestros patrones.
The virtuous woman,
Harmonia Rosales
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La
artista estadounidense afrocubana Harmonia Rosales confronta magistralmente a
través de la pintura el legado cultural secular que ha determinado muchos
aspectos del imaginario colectivo de la sociedad occidental, predominante, por
no decir casi exclusivamente, caucásico
y androcéntrico. Versionando a los clásicos mediante una propuesta decidida
y atrevida, ofrece una visión diferente,
no antagónica, de parte de nuestra
mitología y simbología, y abre las puertas al acercamiento profundo a una realidad
esencialmente idéntica pero con una mirada distinta, desde una nueva perspectiva.
En sus palabras,
The visual narratives of the “masters” depicting a White heaven and the idealized subordinated woman lay at the foundation of our mediated reality of social order and a power hierarchy. (La narrativa visual de los “maestros” representando un paraíso Blanco y la idealizada mujer subordinada yacen en los cimientos de nuestra realidad mediatizada de orden social y una jerarquía de poder).
The
creation of God, Harmonia
Rosales
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Para
los católicos no son los mejores momentos. Las noticias de los últimos años y los
escándalos denunciados ponen de manifiesto un serio problema que debe
afrontarse de forma inmediata con valentía, serenidad y decisión. Pero no es el
único.
El Concilio Vaticano II (1962-1965),
vigesimoprimero y último hasta la fecha de la Iglesia Católica en sus 2019 años
de historia, supuso un salto cualitativo de hondo calado que redimensionaría sus
1961 años previos y la reconfiguraría para afrontar el tercer milenio. Han
pasado 54 años y, aunque se ha avanzado en muchos aspectos, todavía queda
pendiente un largo trecho por recorrer.
Cuatro
años después de su conclusión, en diciembre de 1969, un joven teólogo alemán dio por radio cinco conferencias en torno a la
fe y el futuro: tres por la bávara Bayerische Rundfunk, una por la Hessische Rundfunk (Radio de
Hesse) y la última, en febrero de1970, por Radio Vaticano. Estas cinco
conferencias han sido recogidas en un pequeño libro de poco más de cien páginas
(cuya lectura recomiendo encarecidamente). En el último capítulo (¿Bajo qué aspecto se presentará la iglesia
en el año 2000?), el teólogo sacerdote vaticinaba a finales de la década de
los sesenta:
(…) de la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión. Como pequeña comunidad, reclamará con mucha más fuerza la iniciativa de cada uno de sus miembros. Ciertamente conocerá también nuevas formas ministeriales y ordenará sacerdotes a cristianos probados que sigan ejerciendo su profesión: en muchas comunidades más pequeñas y en grupos sociales homogéneos la pastoral se ejercerá normalmente de este modo (…)Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha. Le resultará muy difícil. (…) La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños. El proceso resultará aún más difícil porque habrá que eliminar tanto la estrechez de miras sectarias como la voluntariedad envalentonada. Se puede prever que todo esto requerirá tiempo. El proceso será largo y laborioso (…)
El
autor de estas líneas era el entonces joven sacerdote y teólogo Joseph
Ratzinger, años después Benedicto XVI.
Recientemente,
el cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente
del Consejo Pontificio para la Cultura, aboga por la mujer en el seno de la iglesia. En su equipo
cuenta con un Consejo Asesor de 35 mujeres de diferentes tradiciones religiosas
y condiciones de vida (profesoras universitarias, madres, musulmanas, judías,
ateas, diseñadoras de modas y periodistas). Además de no ver con malos ojos el
acceso de la mujer al diaconado (estado previo al sacerdocio), considera que su
Consejo "podría ser un modelo" para otros organismos vaticanos. Pero
eso, siempre y cuando se les dé un poder real, evitando que estén allí por mera
"cosmética".
En
agosto de 2018, una joven sueca de 15 años, GretaThunberg, decide motu proprio
iniciar una batalla contra el cambio climático. Comienza por protestas semanales,
ella sola, cada viernes ausentándose de la escuela y plantándose frente al parlamento
sueco, se ha convertido en símbolo del movimiento por la justicia climática y ha
generado una reacción en cadena en muchos países europeos. En su intervención en
la cumbre de la ONU sobre el cambio climático
(COP24) en Katowice el pasado diciembre no le tembló la voz a la hora de echar
en cara a los políticos que la escuchaban su pasividad y falta de compromiso
real. Ha sido nominada para el Nobel de la Paz 2019.
Cuatro
voces que auguran profundos y fundamentales cambios. Habrá más…
(https://youtu.be/wYr3DNWcFO0)