No acabo de entender los temores que ha suscitado la elección de Donald Trump, pues quienes ejercen un poder real en el mundo son otros. Me explico.
No hace mucho, comenté en una tertulia radiofónica que me llamaba la atención la asistencia al Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF), también llamado Foro de Davos, que cuenta con 1.000 socios (básicamente empresas con más de 5.000 millones de dólares de beneficios anuales) más líderes políticos, sociales y del mundo de la ciencia y la cultura (alrededor de 2.500 participaron en el último celebrado del 20 al 23 de enero de 2016).
2.500 de un total de 7.500 millones de seres humanos sobre la faz de la tierra (esto es, un 0,000033% de la población mundial), de los cuales 62 (individuos) ganan el equivalente al 50% del total de todos sus congéneres (de todos, esto es, de los 7.500 millones).
Teóricamente, los imperios habían prácticamente acabado tras la Primera Guerra Mundial. La Segunda, siempre en teoría, habría terminado definitivamente con los regímenes coloniales, aunque en 2016 el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas considera que todavía existen 17 territorios no autónomos (eufemismo moderno para referirse a las colonias) en el mundo.
A la vista del Foro de Davos y del informe publicado por Oxfam Intermón el 26/02/2013 (Tras la marca. El papel de las 10 grandes empresas de alimentación y bebidas en el sistema alimentario), ¿qué poder real tienen gobernantes como el Sr. Trump o el Sr. Putin? ¿No estaremos ante una nueva forma de imperialismo (o casi me atrevería a decir feudalismo), con emperadores y emperatrices (señores y señoras feudales) casi invisibles, pero que controlan desde la sombra de los mercados y de forma sutil a los aparentemente poderosos de la tierra y nuestros movimientos, mientras nosotros jugamos – creyéndonoslo - a ser libres e independientes, poniéndonos a su servicio, a cambio de protección mientras no peligren sus intereses? Sin duda las condiciones han cambiado, pero el sistema es el mismo de la Edad Media.
En este sentido, Leonardo Boff (kontra Info 5/2016) se posiciona de forma similar en “62 familias tienen un patrimonio igual al de la mitad más pobre de la población de la Tierra. Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y geocida.”
(Adaptación publicada en Ciudad Nueva, Correspondencia. Enero 2017. Primera versión publicada en https://www.facebook.com/juancarlos.duqueametxazurra, 30/09/2016)
No hace mucho, comenté en una tertulia radiofónica que me llamaba la atención la asistencia al Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF), también llamado Foro de Davos, que cuenta con 1.000 socios (básicamente empresas con más de 5.000 millones de dólares de beneficios anuales) más líderes políticos, sociales y del mundo de la ciencia y la cultura (alrededor de 2.500 participaron en el último celebrado del 20 al 23 de enero de 2016).
2.500 de un total de 7.500 millones de seres humanos sobre la faz de la tierra (esto es, un 0,000033% de la población mundial), de los cuales 62 (individuos) ganan el equivalente al 50% del total de todos sus congéneres (de todos, esto es, de los 7.500 millones).
Teóricamente, los imperios habían prácticamente acabado tras la Primera Guerra Mundial. La Segunda, siempre en teoría, habría terminado definitivamente con los regímenes coloniales, aunque en 2016 el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas considera que todavía existen 17 territorios no autónomos (eufemismo moderno para referirse a las colonias) en el mundo.
A la vista del Foro de Davos y del informe publicado por Oxfam Intermón el 26/02/2013 (Tras la marca. El papel de las 10 grandes empresas de alimentación y bebidas en el sistema alimentario), ¿qué poder real tienen gobernantes como el Sr. Trump o el Sr. Putin? ¿No estaremos ante una nueva forma de imperialismo (o casi me atrevería a decir feudalismo), con emperadores y emperatrices (señores y señoras feudales) casi invisibles, pero que controlan desde la sombra de los mercados y de forma sutil a los aparentemente poderosos de la tierra y nuestros movimientos, mientras nosotros jugamos – creyéndonoslo - a ser libres e independientes, poniéndonos a su servicio, a cambio de protección mientras no peligren sus intereses? Sin duda las condiciones han cambiado, pero el sistema es el mismo de la Edad Media.
En este sentido, Leonardo Boff (kontra Info 5/2016) se posiciona de forma similar en “62 familias tienen un patrimonio igual al de la mitad más pobre de la población de la Tierra. Ese sistema es homicida, biocida, ecocida y geocida.”
(Adaptación publicada en Ciudad Nueva, Correspondencia. Enero 2017. Primera versión publicada en https://www.facebook.com/juancarlos.duqueametxazurra, 30/09/2016)
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