Tuesday, February 16, 2021

El dilema de la mensajería digital


[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de EiTB el 16/02/2021. Este Blog fue cerrado el 01/07/2024]

Nada más comenzar 2021, Mark Zuckerberg volvió a dar un buen susto a la comunidad internauta mundial. Como no teníamos bastante con la pandemia, las redes sociales tenían que darnos nuevas preocupaciones y tema de conversación.

Aunque fue en 2012 cuando el gigante tecnológico compró Instagram, y dos años después WhatsApp, es ahora cuando nos ponemos en guardia respecto del uso de nuestra privacidad y empezamos a plantearnos cambiar de aplicación. Como consecuencia del barullo, Facebook ha pospuesto hasta a mayo la activación de sus nuevas medidas – quería haberlo hecho en febrero -. Ya en 2016 los usuarios de WhatsApp recibieron la opción de desvincular esta aplicación de Facebook y nadie se echó a temblar.

Lo que Whatsapp en realidad va a compartir [ahora] con su empresa matriz [Facebook] es el nombre, el número de teléfono, dispositivo móvil, los contactos, los datos personales de uso whatsapp, las ubicaciones o las compras realizadas. (…) El segundo cambio está relacionado con las claves privadas que cifran estas conversaciones. En principio, Whatsapp anunció que serían compartidas con algunas plataformas que en el futuro se conecten a Whatsapp para hacer negocio. Se trata de poder dar la opción de hablar con los usuarios siendo una empresa. (Rayón 2021).

Vemos la televisión, compramos, oímos música, radio, consultamos el tiempo, mapas, nos orientamos, enviamos y recibimos documentos, cartas y mensajes, controlamos nuestra salud (número de pasos, pulsaciones, horas de sueño, etc.), leemos (literatura, prensa, etc.), hacemos fotos, vídeos, operamos con nuestro banco, buscamos nuevas amistades o parejas… Siri, Alexa (o Echo) hacen lo que les pedimos y nos contestan o activan la domótica de nuestras casas… Mantenemos reuniones, atendemos a cursos de formación, conciertos, espectáculos, etc. Activamos nuestras alarmas, calefacciones, luces, etc. a través de nuestros teléfonos, tablets, ordenadores, televisores inteligentes, ordenadores de abordo en nuestros coches… Juntos, libre y voluntariamente, estamos haciendo realidad parte de la distopía del 1984 de George Orwel: Big brother is watching you! (¡El Gran Hermano te vigila!). E insisto: diaria, libre y voluntariamente, sin preocuparnos lo más mínimo.

Volviendo a la mensajería: La gran ventaja de WhatsApp es el llamado efecto red: cuanta más gente hay, más gente necesita estar. Ser primero es básico y ha sido el gran éxito de Facebook y de sus dos grandes compras, Instagram y WhatsApp. (Pérez Colomé 2021)

Algunos datos mundiales de enero de 2021 sobre el número de usuarios de las cinco primeras compañías: Facebook 2.740 millones, Youtube 2.291 millones, WhatsApp 2.000 millones, Messenger 1.300 millones e Instagram 1.221 millones. Salvo Youtube – hasta hoy – las otras cuatro están bajo el paraguas empresarial de Facebook (Galeano 2021).

Existen otras muchas aplicaciones de mensajería para comunicarnos. Entre ellas, veintiuna gratuitas: Signal, Discord, Tox, Element, Threema, Telegram, Skype, Google Hangouts, Viber, WeChat, Line, KaKao Talk, Wire, Kik, Kontalk, Snapchat, IM+, Voxer, Slack, HighSide y FortKnoxter (Startup Stash). Zoom, Meet, Teams…

Habremos oído también hablar de Big Data: (…) cualquier cantidad voluminosa de datos (…) que tienen el potencial de ser extraídos (…) para obtener información (… Se) capturan, a través de Móviles, páginas Web, Wi-Fi, Bluetooth, GPS, Smart TV, cámaras de vigilancia de tiendas, bancos, en la calle… Transforman (…) Almacenan: en gigantescas Bases de Datos, analizan (… y) visualizan a través de mapas ordenados y perfectamente clasificados según los criterios que se deseen aplicar (Duque 2018).

Netflix lanzó en antena - ¡en y por la red! -  el 26 de enero de 2020 una película-documental muy interesante: El dilema de las Redes (de visionado más que recomendable y cuyo título he emulado para encabezar esta publicación). Una de las afirmaciones que puso sobre la mesa alguno de sus entrevistados fue que

 “Si no pagas por el producto, entonces tú eres el producto”. (…) Tristan Harris, ex diseñador ético de Google; Tim Kendall, director de monetización de Facebook; Justin Rosenstein, el inventor del botón “Me gusta”; y Guillaume Chaslot, creador de la infraestructura de videos recomendados para YouTube, entre otros (…) los cuales se encargan de ponernos la verdad ante los ojos. Todos, en cada una de sus empresas, han puesto la alarma de hacia dónde se ha ido el interés del negocio: “Hackear al humano para manipularlo”, rompiendo así el pensamiento naif de que las redes sociales son una herramienta por el simple hecho de que  te ayudan y pasan a ser un elemento de sometimiento porque tiene como función seducirte para lograr que dures más tiempo en ellas y lograr así una adicción con consecuencias bastante desleales:  alteraciones de autoestima, polarización de opiniones (la cual es extremadamente eficiente para mantenerte conectado) y hasta la radicalización de posturas (Peña 2020).

 Si nos detenemos un momento, podemos hacernos estas preguntas:
• ¿Qué redes sociales uso?
• ¿Qué comparto en las redes?
• ¿Con quién?
• ¿Para qué?
• ¿Cuánto tiempo estoy conectado?

Una característica de estas herramientas de comunicación que las diferencia de las precedentes es su grado de transmisión de información de quien las utiliza. Si me acerco a un quiosco (…) a comprar una revista, saludo a la persona encargada, elijo mi revista, la cojo, la pago, me despido, me la llevo y ya buscaré el momento para leerla. La persona que me la ha vendido me conocerá si soy cliente habitual o se olvidará de mí en breve. Y hasta ahí todo intercambio de información sobre mí.

Si leo la versión digital de esa misma publicación desde cualquier dispositivo con conexión a internet (...) estoy transmitiendo sin apenas darme cuenta quién soy, dónde vivo, dónde estudio o trabajo, dónde estoy, con quién, cómo voy, qué me gusta y qué no, a qué hora y qué leo, cuándo duermo, quiénes son mis amigos y familiares, cuál es mi orientación sexual, religiosa, política… (Duque 2018).

Es posible cambiar la App que queremos utilizar para comunicarnos, pero la presión cibernética gratuita es muy poderosa. Si nos instalamos otra App para comunicarnos, ¿nos desinstalaremos WhatsApp, Instagram, Facebook, TikTok u otras aplicaciones que seguirán facilitando todos (o muchos de) nuestros datos? ¿Nuestros contactos también lo harán? ¿No nos quedaremos aislados de muchos de ellos? ¿Tenemos la certeza absoluta de que la nueva aplicación respeta – o no dejará de hacerlo en el futuro – nuestra privacidad? ¿Esa nueva App no será fagocitada por Facebook, Google, Microsoft, Apple u otras tecnológicas en breve?

Visto lo visto, quizás tendríamos que pensar en que diversificar nuestras herramientas de comunicación no sería una mala opción, además de que

(…) Tomar algunas medidas preventivas podría ayudarnos a no dejarnos avasallar por manipuladores externos. Entre otras:
• Cuidado con lo que publicamos
• Cuidado con nuestra privacidad
• Cuidado con los permisos de las aplicaciones
• Cuidado con los virus
• Cuidado con nuestra identidad digital
• Actuación frente a los acosadores (Duque 2018)

Las herramientas del ebanista o del carpintero no son per se buenas o malas. Es fundamental sin embargo conocer cómo se usan para no causar un destrozo mayor, incluso para evitar hacernos daño o hacérselo a alguien cuando nuestra intención es crear o reparar algo. Hagamos de la comunicación una herramienta que contribuya a mejorar nuestro mundo…

Trailer de The Social Dilemma (subtítulos en castellano): https://youtu.be/A39iYpDFjKE



Trailer de The Social Dilemma (English): https://youtu.be/uaaC57tcci0

Bibliografía

BBC Mundo (2018, 20 de marzo). 5 claves para entender el escándalo de Cambridge Analytica que hizo que Facebook perdiera US$37.000 millones en un día. BBC Mundo. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-43472797

Duque Ametxazurra, Juan Carlos (2018, 11 de mayo). Redes sociales: emociones a flor de piel. Blog de Inteligencia Emocional de EiTB. Recuperado de: https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2018/05/11/redes-sociales-emociones-a-flor-de-piel/

Galeano, Susana (2021, 29 de enero). Cuáles son las redes sociales con más usuarios del mundo (2021). Marketing 4 Ecommerce. Recuperado de: https://marketing4ecommerce.net/cuales-redes-sociales-con-mas-usuarios-mundo-ranking/

La Vanguardia (2019, 5 de agosto). Facebook agregará su nombre a Whatsapp e Instagram. La Vanguardia. Recuperado de:  https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20190805/463864555022/facebook-whatsapp-instagram-zuckerberg.html

Peña, Enrique (2020, 18 de septiembre). “Si no pagas por el producto, entonces tú eres el producto”: la complicidad en The Social Dilemma. El Nacional. Recuperado de: https://www.elnacional.com/opinion/si-no-pagas-por-el-producto-entonces-tu-eres-el-producto/

Pérez Colomé, Jordi (2021, 24 de enero). “Me he ido de WhatsApp”. Cuánto han crecido Signal y Telegram por el embrollo de la aplicación de mensajes. El País. Recuperado de: https://elpais.com/tecnologia/2021-01-22/me-he-ido-de-whatsapp-cuanto-han-crecido-signal-y-telegram-por-el-embrollo-de-la-aplicacion-de-mensajes.html

Rayón, Alex (2021, 12 de febrero). Whatsapp y sus cambios: un problema de comunicación y reputación. Alumni Time. Recuperado de: https://alumnitime.deusto.es/2021/02/12/whatsapp-y-sus-cambios-un-problema-de-comunicacion-y-reputacion/

Startup Stash. 21 Free WhatsApp Alternatives: Best Chat Apps in 2021. Recuperado de: https://startupstash.com/whatsapp-alternatives/



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