Sunday, July 22, 2007

Calor de madre

Resulta casi imposible olvidar a una madre. Especialmente cuando, sin ella, sin yo, sin nadie quererlo, se fue para no volver...
La vida golpea fuerte, a veces demasiado... Pero, afortunadamente, también consuela, también alivia... Seguro que más de lo que somos conscientes, seguro que más de lo que conseguimos recordar.
A veces amigas, amigos, colegas, desconocidos o intrusos, pasan a nuestro lado y con un abrazo, una caricia, un beso, una palabra, una mirada, una sonrisa... ¡Cómo ayuda incluso una palmada!
¡Cómo evocan aquel amor desinteresado, puro, sincero, cercano y certero, paciente y tierno!
Es hora de irse... Es hora de dormir...
Gracias.

2 comments:

Anonymous said...

Ya tengo internet, pero los cables siguen en corto; y con el agua salada, peor.

Madam Scissors

mirentxu said...

No importan los años, el dolor de la pérdida se queda. Yo también extraño ese amor puro, sincero y tierno. Me miro en el espejo y la veo, aunque sé que no soy ella. Ojos bellos, ojos tristes, pero son sus ojos.

mirentxu